Autores
Patricia Cifre Wibrow
Palabras clave
Viena de Fin de siglo, Hofmannsthal, Musil, Francisco González Fernández; Esperando a Gödel. Literatura y matemática

20 diciembre, 2013

Cita

«Mi caso, en pocas palabras, es éste: he perdido del todo la facultad de pensar o de hablar coherentemente de cualquier cosa.

Al principio, de modo gradual, se me hizo imposible tratar un tema elevado o común y emplear esas palabras de las que, no obstante, sin pararse a pensarlo, todos suelen servierse corrientemente […]

Con todo, esta infección se fue dilatando paso a paso como una herrumbre que devora cuanto queda a su alcance. […] Todo se me fraccionaba y cada parte se dividía a su vez en más partes y nada se dejaba ya sujetar en un concepto. Las palabras flotaban libres a mi alrededor: se coagulaban en ojos que me miraban fijamente y a los que yo debo devolver la misma mirada: son torbellinos que me dan vértigo al contemplarlos, que giran sin cesar y a través de los cuales se arriba al vacío.

[…] Me sobrevino entre ellas un sentimiento de temerosa soledad; me sentía como si estuviera enerrado en un jardín con sólo estatuas sin ojos. […]»

Hugo von Hofmannsthal, Una carta (Ein Brief). En: Acosta, Luis A. (coord.): La literatura alemana a través de sus textos. Madrid: Cátedra, 1997, 772-773.

Glosa

La Viena de Fin de siglo fue uno de los lugares en donde comenzó a ser diagnosticado lo que Foucault calificó en Las palabras y las cosas como la desmembración de la episteme construida a partir del Humanismo. A través del estudio de la obra de autores como Hugo von Hofmannsthal, Robert Musil, Hermann Broch cabe tomarle la medida al pesimismo creciente con el que los intelectuales se enfrentan a la experiencia de la inconmensurabilidad que se está infiltrando entr las ciencias y las letras. En la famosa Carta a Lord Chandos, Hofmannsthal captura el gesto melancólico con el que el poeta se aparta de una modernidad en donde todo parece "fraccionarse en partes y cada parte se divide a su vez en más partes". Desalojado de lo que fuera su antigua casa del lengauje, separado como por un abismo sin puentes de una lingua franca capaz de englobar todos los saberes y todas las experincias, el poeta se reconoce aislado "como si estuviera encerrado en un jardín con solo estatuas sin ojos". La experiencia de la epifanía, invocada como único antídoto posible frente a esa "herumbre" que parece devorarlo todo, se revela como insuficiente. Así lo constata también Musil en Die Verwirrungen des Zöglings Thörless (Las tribulaciones del estudiante Thörless), novela de formación interpretada por Francisco González en su libro Esperando a Gödel. Literatura y matemática como un último intento de superación del cisma abierto entre los lenguajes y las experiencias. La epifanía, en tanto que iluminación cargada de promesas, no logra tampoco aqui frenar el vértigo desencadenado por la dispersión entre las palabras y las cosas. En Der Mann ohne Eigenschaften (El hombre sin atributos) esta claudicación se vuelve definitva. La Viena de Fin de siglo aparece concebida como una gran Torre de Babel sacudida por la fuerza centrífuga de unos saberes y unos discursos escalonados en un espacio cada vez más diferenciado. La soledad del protagonista, formado com Musil en cienias y humanidades, se radicaliza: en medio de la cacofonía originada por los miles de fragmentos de diálogo que recoge la novela, es el único en darse cuenta de que se trata de diálogos sordos, trabados entre interlocutores que ya no comparten un código común.