El punto de partida es una observación cotidiana: hay proposiciones a las que llegamos mediante la reflexión, la inducción o deducción cuidadosas, dándole vueltas a una idea, reformulando sucesivamente las hipótesis. En cambio, hay proposiciones que parecen surgir de la nada en nuestro cerebro, sin causa, que nos asaltan en lugares y momentos insospechados y que, a veces, revelan verdades de interés científico, generan una obra artística meritoria o, en sentido general, nos dotan de una idea que resulta ser valiosa. Las connotaciones positivas se amontonan en este segundo caso. Furor poético, hallazgo, revelación divina, inspiración, creatividad o genio son solo algunos de los conceptos con los que, a lo largo de los siglos, hemos recubierto la idea que sin explicación ni proceso previo (aparentes) está ahí para sorprender en primer lugar al sujeto que la concibe. Idea súbita. Ensayos sobre epifanía creativa, constituido por una introducción y nueve capítulos editados por Amelia Gamoneda y Francisco González, investiga justamente distintas manifestaciones de este fogonazo repentino. La ausencia de artículo en el título genera ya la sensación de inmediatez propia del tema, que no es tanto la creatividad en sentido general cuanto una subespecie concreta de ella.